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Natural de Palma de Mallorca, vivo actualmente en Estepona,Málaga, curso 1º de Pedagogía en la UNED. Comienzo este blog como 1ªActividad de la asignatura Sociedad del conocimiento,tecnología y educación.No sabía de que hacer el blog, pero estoy segura que la mejor forma de hacer frente a este trabajo, es ayudándome con algo que realmente despierta un gran interes en mi, ya que soy una gran amante de los animales y la naturaleza, quiero poner mi granito de arena, para concienciar a todos aquellos, que aún no se han dado cuenta de lo importante que es cuidar nuestro planeta. Gracias a todos los que paséis por aquí, espero que os guste.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CUENTO: El jardín natural.


Hubo una vez un rey que tenía un gran palacio cuyos jardines eran realmente maravillosos. Allí vivían miles de animales de cientos de especies distintas, de gran variedad y colorido, que convertían aquel lugar en una especie de paraíso del que todos disfrutaban.
Sólo una cosa en aquellos jardines disgustaba al rey: prácticamente en el centro del lugar se veían los restos de lo que siglos atrás habia sido un inmenso árbol, pero que ahora lucía apagado y casi seco, restando brillantez y color al conjunto. Tanto le molestaba, que finalmente ordenó cortarlo y sustituirlo por un precioso juego de fuentes.
Algún tiempo después, un astuto noble estuvo visitando al rey en su palacio. Y en un momento le dijo disimuladamente al oido:
- Majestad, sois el más astuto de los hombres. En todas partes se oye hablar de la belleza de estos jardines y la multitud de animales que los recorren. Pero en el tiempo que llevo aquí, apenas he podido ver otra cosa que no fuera esta fuente y unos pocos pajarillos... ¡Qué gran engaño!
El rey, que nunca pretendió engañar a nadie, descubrió con horror que era verdad lo que decía el noble. Llevaban tantos meses admirando las fuentes, que no se habían dado cuenta de que apenas quedaban unos pocos animales. Sin perder un segundo, mandó llamar a los expertos y sabios de la corte. El rey tuvo que escuchar muchas mentiras, inventos y suposiciones, pero nada que pudiera explicar lo sucedido. Ni siquiera la gran recompensa que ofreció el rey permitió recuperar el esplendor de los jardines reales.
Muchos años después, una joven se presentó ante el rey asegurando que podría explicar lo sucedido y recuperar los animales.
- Lo que pasó con su jardín es que no tenía suficientes excrementos, majestad. Sobre todo de polilla.
Todos los presentes rieron el chiste de la joven. Los guardias se disponían a expulsarla cuando el rey se lo impidió.
- Quiero escuchar la historia. De las mil mentiras que he oido, ninguna había empezado así.
La joven siguió muy seria, y comenzó a explicar cómo los grandes animales de aquellos jardines se alimentaban principalmente de pequeños pájaros de vivos colores, que debían su aspecto a su comida, compuesta por unos coloridos gusanos a su vez se alimentaban de varias especies rarísimas de plantas y flores que sólo podían crecer en aquel lugar del mundo, siempre que hubiera suficiente excremento de polillas... y así siguió contando cómo las polillas también eran la base de la comida de muchos otros pájaros, cuyos excrementos hacían surgir nuevas especies de plantas que alimentaban otros insectos y animales, que a su vez eran vitales para la existencia de otras especies... Y hubiera seguido hablando sin parar, si el rey no hubiera gritado.
- ¡Basta! ¿Y se puede saber cómo sabes tú todas esas cosas, siendo tan joven?- preguntó.
- Pues porque ahora todo ese jardín ahora está en mi casa. Antes de haber nacido yo, mi padre recuperó aquel viejo árbol arrancado del centro de los jardines reales y lo plantó en su jardín. Desde entonces, cada primavera, de aquel árbol surgen miles y miles de polillas. Con el tiempo, las polillas atrajeron los pájaros, y surgieron nuevas plantas y árboles, que fueron comida de otros animales, que a su vez lo fueron de otros... Y ahora, la antigua casa de mi padre está llena de vida y color. Todo fue por las polillas del gran árbol.
- ¡Excelente! -exclamó el rey-. Ahora podré recuperar mis jardines. Y a tí, te haré rica. Asegúrate de que dentro de una semana todo esté listo. Utiliza tantos hombres como necesites.
- Me temo que no podrá ser majestad- dijo la joven-. Si queréis, puedo intentar volver a recrear los jardines, pero no viviréis para verlo. Hacen falta muchísimos años para recuperar el equilibrio natural. Con mucha suerte, cuando yo sea anciana podría estar listo. Esas cosas no dependen de cuántos hombres trabajen en ellas.
El rostro del anciano rey se quedó triste y pensativo, comprendiendo lo delicado que es el equilibrio de la naturaleza, y lo imprudente que fue al romperlo tan alegremente. Pero amaba tanto aquellos jardines y aquellos animales, que decidió construir un inmenso palacio junto a las tierras de la joven. Y con miles de hombres trabajando en la obra, pudo verla terminada en muchísimo menos tiempo del que hubiera sido necesario para reestablecer el equilibrio natural de aquellos jardines en cualquier otro lugar.

Autor.. Pedro Pablo Sacristan

Fuente: http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/el-jardin-natural

domingo, 31 de octubre de 2010

¿Por qué tenemos que cambiar la hora?¿Ahorro de energía?

Cada último fin de semana de octubre, coincidiendo con la madrugada del sábado al domingo a las 3.00h, entra en vigor lo que se conoce como horario de invierno. Recuperamos de esta forma lo que se considera la hora oficial de España, que se corresponde con ir 1h por delante del Tiempo Universal del meridiano 0º (GMT), el meridiano de Greenwich, y que abandonamos a finales de marzo al adoptar el horario de verano, con 2h por delante del GMT. por tanto recuerden que la madrugada del sábado al domingo deberán atrasar su relojes una hora: A las 3.00h serán las 2.00h.
Podríamos decir por tanto, que el verdadero cambio horario es el de verano, en el que adelantamos nuestros relojes para aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía; mientras que lo que hacemos ahora es deshacer el cambio y volver al horario que nos pertenece por nuestra posición en el globo terráqueo. No quiere esto decir que este cambio no haga que también ahorremos energía, ya que si continuáramos con el horario de verano dentro de poco no se haría de día hasta pasadas las 9.00 de la mañana, una hora en la que la mayoría de centros de trabajo e industrias ya están abiertos (evidentemente con el perjuicio de que se haga más pronto de noche, no se puede tener todo...). Lo que se busca a fin de cuentas es hacer coincidir lo máximo posible las horas de luz solar con el horario laboral, para lograr de esta forma un mayor ahorro energético.
Las primeras referencias acerca del cambio horario las encontramos en el S-XVIII, concretamente en 1784, cuando el científico estadounidense Benjamín Franklin en base a la idea del aprovechamiento diurno de luz natural planteó adelantar los relojes una hora durante el verano, a fin de aprovechar mejor la iluminación natural y así consumir un menor número de velas para alumbrarse durante la noche. No obstante no llegó a ponerse en práctica. Más tarde, en 1905 el constructor inglés William Willett concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano.
A raíz de la 1ª guerra mundial y con el propósito de ahorrar combustible, el kaiser Guillermo II de Alemania decretó el inicio del cambio de hora el 30 de abril de 1916, que también se aplicó a sus aliados y las zonas ocupadas, siendo los primeros países europeos en emplear el horario de verano. Varios países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron. Estados Unidos al igual que España no lo hicieron hasta 1918.
Durante muchos años no existió una regulación conjunta acerca del cambio horario, y cada país fue adoptándolo o no de acuerdo a sus intereses. Así, por ejemplo en España no se produjo dicho cambio horario entre los años 1950 y 1973.
Fue una nueva crisis energética la que hizo que esta medida que tiene como principal objetivo el ahorro energético saltara de nuevo a la palestra. En 1973 los países miembros de la OPEP impusieron un embargo petrolero de importantes consecuencias económicas, por lo que las naciones industrializadas comprendieron la urgencia de impulsar medidas del cuidado de la energía, que al mismo tiempo permitieran reducir la fuerte dependencia que actualmente se tiene de los combustibles fósiles, tales como el petróleo y el gas. De esta forma, a partir de 1974 comenzó a generalizarse el cambio de hora. Bien es cierto que no todos los países del mundo adoptan este horario, e incluso no en todos los que lo adoptan entra en vigor en la misma fecha (EEUU por ejemplo no vuelve al horario de invierno hasta el 7 de noviembre)

Fuente:
http://firmas.lasprovincias.es/antoniorivera/%C2%BFpor-que-tenemos-que-cambiar-la-hora